Ciberdefensa, de los monjes Shaolin a la ciberinteligencia

Abstract

Como todo entrenamiento marcial, se comienza desde pequeño, para preparar la mente, el espíritu y el cuerpo para el futuro. El camino es arduo, el aire falta, la altitud es mayor a cada paso, tenemos miedo, pero tenemos que recorrerlo para saber defendernos, para que si nos atacan, sepamos responder. Tomará tiempo y deseo, pero es nuestra energía la que nos llevará a encararlo con entereza. Nos recibe el maestro, nos muestra el entorno, vemos a nuestros hermanos –algunos muy avanzados– y tememos hasta mirarlos, y sabemos que es en serio, que no hay retorno.