Rol del poder aeroespacial en el conflicto asimétrico, particularidades de su empleo en la campaña.

Abstract

La evolución de la humanidad y con ella, de la guerra, está en estrecha relación con las condiciones políticas, sociales, económicas y tecnológicas de un momento determinado, siendo precisamente estos factores los que determinan la forma en que las guerras son peleadas. En la actualidad la gran asimetría de poder en todas sus formas posibles y particularmente en el aspecto militar, está haciendo que la única manera sensata de enfrentar tanta disparidad de fuerza por parte del actor más débil, sea recurriendo al uso de fuerzas irregulares, métodos de guerrilla de acciones rápidas y desaparecer oculto entre la población civil; en definitiva usando viejos métodos, que sumados al aprovechamiento de recursos tecnológicos, comunicacionales y psicosociales, hacen de la guerra asimétrica un asunto sumamente complejo; más aun si consideramos los factores contribuyentes a dicha situación, que suelen estar relacionados con la exacerbación religiosa o étnica, la falta derechos políticos, problemas sociales, de desarrollo y económicos, todos combinados y promovidos también por intereses foráneos. La ventaja que le otorga al fuerte el poder aeroespacial en este tipo de guerra, es realmente significativa, tanto en tareas de combate como en el apoyo al mismo o a la población civil, la condición está en que los medios dispongan de la tecnología adecuada, que no es ni más ni menos que la requerida para guerra convencional moderna y que se comprendan adecuadamente sus posibilidades y los efectos que su empleo es capaz de producir tanto dentro de lo relacionado a lo militar como también en el contexto general de la guerra que va más allá del mismo. La totalidad de los medios aeroespaciales y dentro de estos los medios aéreos de combate, no son ni la resolución al problema ni elementos a ser despreciados, son en realidad una importante herramienta, cuya eficiencia guarda estrecha relación con un acabado conocimiento de los planificadores y conductores, del entorno y los procesos que rodean a la guerra asimétrica. Tanto en la guerra convencional como en la guerra asimétrica, el dominio del aire continúa siendo una gran ventaja a quien lo posea y explote adecuadamente.