Intereses geopolíticos sobre la Antártida y los pasos interoceánicos, análisis de la influencia de las Fuerzas Armadas desplegadas en el sector. Sector Antártico Argentino. Futuros escenarios y proyecciones.

Abstract

El sistema del Tratado Antártico se erige como un verdadero régimen internacional que ha desmilitarizado la Antártida y protegido su medio ambiente prohibiendo todas las actividades relacionadas con la minería, excepto la científica. En este trabajo se efectúa un análisis de los posibles escenarios para el año 2048, fecha de posible revisión del protocolo ambiental, concluyendo que el mantenimiento del Tratado Antártico, pero con modificaciones al mencionado protocolo resulta ser el de mayor probabilidad de ocurrencia. Contemplando dicho escenario se investiga el posicionamiento estratégico de Gran Bretaña, Chile y Argentina, naciones que mantienen reivindicaciones territoriales superpuestas en el territorio antártico. Se incorpora en este análisis a Brasil, Estado con una clara intención de incrementar su influencia en la toma de decisiones antárticas cuando cese la moratoria sobre la explotación de los recursos no renovables. El estudio arroja como resultado que la Argentina presenta una manifiesta disminución de sus capacidades antárticas respecto a estos actores, siendo una de las causas la desinversión en el ámbito de la Defensa, particularmente el naval. Se concluye también, que de mantenerse esta tendencia, el rediseño jurídico de la Antártida encontrará a este país en una situación de gran debilidad para negociar acuerdos y alianzas tendientes a proteger sus intereses nacionales en el continente blanco, cuanto se autorice la exploración y explotación de recursos naturales. Finalmente, se fundamenta que la implementación de una doctrina defensiva de antiacceso y negación de área en el ámbito marítimo del Atlántico Sur y del sector insular austral le brindaría a la Argentina la posibilidad de recuperar un peso específico en la región explotando los intereses comunes con sus ya fortalecidos vecinos, Chile y Brasil. Del mismo modo, el traslado de estas sociedades al continente antártico podría ser la solución para modificar un statu quo que hasta el momento se presenta incierto y desfavorable.