La política exterior de Chile y su influencia en la defensa nacional, en especial con su Armada, en el periodo 1990-2020

Abstract

El Estado de Chile, en el año 2017 creó cinco Áreas de Misión para sus Fuerzas Armadas: Defensa; Emergencia Nacional y Protección Civil; Cooperación Internacional; Contribución al Desarrollo Nacional y a la Acción del Estado; Seguridad e Intereses Territoriales. Considerando su importancia y las tareas asociadas a ellas, la Armada chilena debe accionar y renovar su poder naval en concordancia con dichas áreas de misión, para permitir su cumplimiento efectivo. De acuerdo con esto, la Armada tiene entre sus áreas de misión una de cooperación internacional, en sintonía con lo establecido por la política exterior. Sin embargo, no se identifica con la misma claridad si esta vinculación influye realmente en el accionar y renovación de su poder naval o si solo se refiere al cumplimiento de tareas en apoyo a la cooperación internacional. Lo anterior es de vital importancia ya que, de no ser determinante la relación con el accionar y renovación del poder naval, habría una desconexión lógica entre fines y uno de sus medios que sería la Defensa Nacional y en particular la Armada, representada en el poder naval. En este sentido, se efectuó un análisis para determinar la influencia de la política exterior de Chile con respecto a la Defensa nacional en general y en particular el impacto de ello en el accionar y renovación del poder naval. Se determinó que en Chile la política exterior neoliberal contribuyó al crecimiento económico constante y a una disminución considerable de la pobreza, privilegiando la cooperación con bloques conformados por la Cuenca del Pacífico, América latina y un área de interés conformada por los países de Europa. Finalmente, en relación con la Defensa nacional, se determinó que la política exterior neoliberal del país trajo consigo cambios en la normativa de la Defensa nacional, en particular en su política de Defensa, lo cual se expuso claramente en el libro de la Defensa del 2017, el cual recoge plenamente la política de Seguridad y Defensa 2012-2022, también tuvo un impacto en la inversión de Defensa y específicamente en la Armada tuvo repercusiones en su visión, accionar y renovación del poder naval.