Relación entre la politíca y la guerra - un caso paradigmatico: Moshé Dayán

Abstract

Desde mucho antes del gran conquistador “Aníbal”, los Ejércitos han dedicado un tiempo sustancial al estudio de los denominados Principios de la Conducción; en ellos: la masa, maniobra, centro de gravedad, economía de fuerzas, iniciativa, sorpresa, libertad de acción y otros, han jugado y juegan un rol preponderante en el desarrollo de las operaciones militares. De igual modo y analizando ya las capacidades del oponente‖, hay una que particularmente ha permanecido casi inmutable, cual sello imborrable a través de los tiempos y este es la relativa a “la PERSONALIDAD DEL COMANDANTE”‖. En la era de la guerra electrónica, de los satélites y de las operaciones que se dirigen por comandos o fuerzas especiales a través de drones, aún seguimos estudiando y admirando a conductores como Napoleón, Patton, Montgomery, San Martín, Brown y tantos otros. La moderna maquinaria armamentística, la cibernética aplicada a la guerra con todos sus adelantos, no han dejado de lado el costado humano del arte del conductor‖. Aún nos sigue fascinando esa pizca de inspiración divina que hizo y hace tomar decisiones brillantes en momentos únicos y oportunos. Esas que se distinguen la genialidad y el don de haber sido el primero, el de poder anticipar estratégicamente un movimiento o una acción. El que goza del “óleo sagrado de Samuel”. En este principio, no son válidas las imitaciones y al decir de Pascal ―le style c’est l’ homme‖ (el estilo ―es‖ el hombre); en alusión a que en nuestras acciones tenemos sellos que nos hacen seres únicos e irrepetibles. Allí radica la inquietud que ha motivado este estudio, la de tratar de descifrar de algún modo la personalidad del comandante‖ (eso‖que lo hace único). En este particular, nos centraremos en Moshé Dayán y su estilo; nos internaremos en su personalidad‖ y como la misma influyó en la denominada Guerra de los Seis días.