La defensa antiaérea en la cobertura media, una necesidad, concreta y específica, postergada

Abstract

El empleo masivo de vectores aéreos para realizar ataques precisos sobre fuerzas y/u objetivos estratégicos en la profundidad de un teatro de operaciones con vistas a la obtención de la decisión en el campo de batalla, constituye un serio aspecto a considerar por los comandantes, al momento de planificar y conducir las operaciones. Ante esta realidad, surge la necesidad de contar con una capacidad de defensa antiaérea robusta, en el ámbito específico, como parte integral de la defensa aeroespacial, que permita a un comandante de componente terrestre disponer de un importante factor de disuasión, y de protección tanto a objetivos de alto valor estratégico u operacional, como a las tropas desplegadas, mediante su empleo simultáneo, coordinado e integrados en un escenario conjunto. Argentina, país que posee dimensiones casi continentales, lo que, en parte, motiva ciertas vulnerabilidades estratégicas respecto del control del aeroespacio sobre el territorio nacional y como tal, en la protección de infraestructuras, recursos y fuerzas, aún depende como parte de su protección aeroespacial, de sistemas de corto alcance y de baja altura, los cuales poseen varias restricciones operativas, dada la antigüedad de los mismos, evidenciando ello un relativo postergamiento en el desarrollo de una capacidad de defensa antiaérea, que eleve el grado de control del aeroespacio por su nivel de cobertura. El disponer en el marco de la defensa nacional, de una capacidad de defensa antiaérea en el rol de mediana cobertura, permitirá accionar en forma integrada y en profundidad sobre posibles amenazas aéreas, contribuyendo al accionar multicapa, concepto de empleo actual de varias fuerzas en el ámbito internacional, y de proyección estratégica regional.